jueves, 31 de mayo de 2012


OBJETIVO: CAMBIAR UNA CONDUCTA,  INTRODUCIR UNA CONDUCTA NUEVA
Estos documentos se entregarán por vía interna:

Identificación de los pasos claves del proceso

Identificación de los nudos críticos del proceso

Identificación de las soluciones al problema.

Identificar la parte de la solución de la que se hará cargo esta investigación

Se exponer los instrumentos que se usarán para  cambiar esa conducta

Identificar los actores relevantes

Identificar los actores relevantes a quien va dirigido nuestro mensaje

Identificar los actores en quienes necesitamos cambiar una conducta

Identificar los instrumentos a través de los cuales cambiaremos esa conducta

Identificar la conducta que queremos cambiar


De los actores a quienes va dirigido este mensaje de cambio:

-          Edad

-          Sexo

-          Condición socioeconómica, focalización JUNAEB

-          Cultura popular


Cómo lo perciben

-          Derecho

-          Obligación

-          Limosna

-          Beneficio

-          Regalo

Vínculo que establecen con el objeto de estudio

-          -Necesidad

-          -Rechazo

-          -Agradecimiento

-          -Exigencia

-          -indiferencia

miércoles, 30 de mayo de 2012

Programa de Alimentación de JUNAEB: la multiplicación de los panes

Introducción


La génesis de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB)  la encontramos en los desafíos que enfrentó Chile a principios del siglo XX, cuando se procesaba aún a tientas la llamada “cuestión social”. Entonces, casi la mitad de la población era analfabeta y un porcentaje importante de niños padecía desnutrición. Estas condiciones de inequidad llevaron en la década del 20 a la aprobación de la Ley de Instrucción primaria obligatoria y a la creación, en 1928, de las Juntas Comunales de Auxilio Escolar. Más tarde, en 1953, nace la Junta Nacional de Auxilio Escolar, entidad que se fortalece, en 1964, convirtiéndose en la actual JUNAEB.


No era suficiente con que los niños pobres asistieran a la escuela. Para que se mantuvieran allí debían, por lo menos, desayunar. La imagen de niños llegando a la escuela descalzos y sin desayuno no era infrecuente en las escuelas públicas de los 60.


 
Por eso,  junto a la creación de JUNAEB nace el Programa de Alimentación Escolar (PAE), para mantener a los niños en las aulas y evitar la llamada deserción escolar
Con el desarrollo del país y el acierto de algunas políticas públicas se erradicó el analfabetismo. También la desnutrición, que dio sus últimos zarpazos allá por finales de los 80.
Pero, perduran vulnerabilidades sociales, económicas, psicológicas, culturales, ambientales o biológicas que atentan contra una educación de calidad, indispensable para un Chile que desea entrar con prestancia y pertinencia a ese imaginario de los países desarrollados. Y los estudiantes deben seguir alimentándose. Y no todas las familias están en condiciones de cargar ese gasto al presupuesto familiar. De hecho para un porcentaje importante de estudiantes, la aliemntación escolar es la única que reciben en el día.
La JUNAEB es constantemente interpelada por nuevas necesidades de los estudiantes. No sólo por aumentar la cantidad de sus beneficios, sino por diversificarlos y por darle un carácter más integral.


Fuente: JUNAEB
LA evolución cuantitativa de este programa social ha sido espectacular. Aumentó su cobertura. Y el componente de desayunos fue disminuyendo exponencialmente para integrar mayoritariamente las raciones de almuerzo. A la vez, fue incorporando cada vez a sectores más amplios de la población.

Con el correr de los años, el PAE no sólo aumentó sus raciones sino que se enfrentó al desafío de construir minutas cada vez más saludables  para contribuir a evitar la obesidad, uno de los principales problemas de salud pública del país.
Pero ¿cómo lleva a cabo  esta gigantesca empresa, cuando hay que gestionar la entrega de más de dos millones de raciones diarias en más de 9 mil establecimientos que van desde salas cunas, jardines infantiles, escuelas básicas hasta secundarias?



domingo, 6 de mayo de 2012

¿Qué vemos cuando vemos?




¿Qué vemos cuando vemos? Sabemos que sólo podemos ver a una pequeña parte de los caminos que toma la luz para viajar por el espacio: el espectro electromagnético. Y creemos, esa es la realidad. Por otra parte, vemos a través de nuestro propio bagage interno. Ahora, si proyectamos esas pequeñas certezas hacia el análisis de cómo se vinculan discurso y destinatario, se abre otro abanico de preguntas. Presumimos que en estas clases de Valerio Fuenzalida construiremos algunas provisorias respuestas. Porque aprender y hacer (en este caso una solución medial) ampliando nuestro espectro cognitivo es, sin duda, nuestro mejor viaje.

Este es el problema: el cuestionamiento a la calidad del producto

El Estado chileno entrega alimentación diariamente a cerca de dos millones de estudiantes en cerca de 10 mil escuelas públicas y particcular subvencionadas. Debido a la escasa cantidad de fiscalizadores, la supervisión tradicional ha dado muestras de  falencias. Robo y venta de raciones, rompimientos de la cadena de frío, falta de aceptabilidad de las minutas, algunos incumplimientos de las bases de licitación. En resumen, existe un cuestionamiento a la calidad de la alimentación que reciben los niños y jóvenes más vulnerables de Chile. Y eso queda periódicamente reflejado en los medios de comunicación.

Propuesta de solución



Al parecer, ante una empresa de esta envergadura hay que echar mano a otros mecanismos de supervisión que tienen que ver con el denominado control social. No es posible el control efectivo con la escasa dotación de supervisores del propio estado, ni los que aportan las propias empresas, ni los mecanismos de denuncia a través de los medios masivos. Se requiere de un control que se de en el mismo lugar donde se produce el acto de comer, en los comedores y en las cocinas de los establecimientos educacionales. Y sus protagonistas deben ser los propios estudiantes/consumidores/usuarios, sus padres y profesores, y las redes de apoyo del PAE, profesores encargados, manipuladoras.

La perspectiva comunicacional


Para activar el potencial de seguridad que representa este grupo, se requiere hacerles saber a ellos que tienen esta posibilidad. Y que aprendan cómo aportar en la seguridad alimentaria de la cual serán ellos mismos beneficiados. Es decir, se requiere una estrategia comunicacional que apoye, potencie y haga cuajar este control social.

Las audiencias


Cualquier estrategia comunicacional no debe olvidar la audiencia a la que va dirigida. En un primer momento, identificamos las siguientes audiencias.


Audiencia primaria: Estudiantes de educaciñon básica y media que comen en las escuelas el servicio del Programa de Alimentaciòn (PAE) de JUNAEB, profesores encargados, manipuladoras.
Audiencias secundarias: comunidad escolar (todo aquel que pase por cocina o comedores) distribuidores de alimentos, fiscalizadores.


Otras audiencias: JUNAEB, MINEDUC, MINSAL, empresas proveedoras del PAE, INTA, FAO.

El grave olvido de la audiencia

En mi hora de colación me fui a la peluquería de laseñora Silvia. Ella hace el presupuesto, responde el teléfono y peina, ondula, hace brushing, tiñe y escarmena. Aproveché el tiempo para preparar una presentación sobre audiencias y su vínculo con la TV. En la tele la Primera Dama presentaba una campaña para incentivar la lectura entre los prescolares.



Cecilia Morel dijo que se ha comprobado que la lectura esun “apresto” fundamental para el aprendizaje futuro. Que sirvea los niños para resolver problemas. Que les ayuda a reconocer relaciones. Que aprenden a escuchar. Que los niñospueden identificarse con los personajes. Que es parte del aprendizaje emocional. Que, en definitiva,leer acorta las brechas de desigualdad. Después llamó a los papás, mamás, tías, abuelitas, "personas que vivan con un niño" a que les lean.
Perfecto. Su asesora de prensa, pensé yo, proyectándome, debe estar feliz.
Pero justo ahí, el peor reto. Le van a preguntar desde estudios centrales.
Uno siempre mira con cierta envidia, dicen los estudios centrales, países como Argentina, como Uruguay, países donde los libros son bastante más baratos...

Ante una pregunta que te saca de lo pactado: hay que reiterar las ideas fuerza. Si no quieres que un hecho positivo (estamos facilitando la lectura entre los prescolares) termine siendo un reclamo más sobre el impuesto a los libros: hay que reiterar las ideas fuerza. De otra forma, quedará otro mensaje (en Chile los libros son caros, los chilenos no leen porque los libros son caros, el gobierno no le baja los impuestos a los libros porque no le interesan los pobres, etc). Hay que reiterar las ideas fuerza. Y eso hizo la Primera Dama.
“Nosotros estamos apelando a que los papás sepan, que se informen de los beneficios de la lectura..., el MINEDUC, el Consejo de la Cultura, la DIBAN están actuando para hacer accesible la lectura a los niños”, respodió. Y por eso ella está en la Biblioteca de Santiago con los niños del jardín Agua Luna de Estación Central. “Los niños vienen a leer aquí. Hay Bibliomóvil, dice la entrevistada, se está haciendo “Biblioteca en su aula”, se van a repartir cuatro millones de libros en todos los colegios subvencionados”.
Hasta zafó de lo más difícil, reflexioné. Dos veces bien, me dije optimista.
“¡Uy!, dijo, la señora Silvia, mientras cortaba el agua y me empezaba a secar el pelo, esta señora habló de todo menos contestar lo que le preguntaron.” Yo que ya me había olvidado de ella, me quedé verdaderamente muda. Y agregó, “Si en Chile los libros son tan caros".